viernes 28 de febrero de 2025

La visita del cardenal secretario de Estado Bertone a Cuba en 2008

La Habana (Prensa Latina) En el actual contexto de los 90 años de relaciones ininterrumpidas entre Cuba y la Santa Sede, merecen destacarse un grupo de hechos que, aunque no tan recordados en los últimos años, como ha ocurrido con la visita de los tres papas, no dejan de tener una especial importancia en la historia diplomática bilateral.

Por Enrique González

Colaborador de Prensa Latina

Uno de ellos, ocurrido en febrero de 2008, estuvo relacionado con la visita del cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone representando al papa Benedicto XVI, quien visitaría Cuba años después, en 2012.

Durante seis días, entre el 21 y 26 de febrero de 2008, el cardenal secretario de Estado desarrolló una apretada agenda por varias ciudades cubanas en “Conmemoración de los 10 años de la visita de Juan Pablo II” a la isla.

Cuba vivía momentos especiales y la historia quiso que Su Eminencia, el cardenal Bertone, se convirtiera en el primer representante de un Estado extranjero en ser recibido por el nuevo presidente, el general de Ejército Raúl Castro. El propio Bertone calificaría el contexto de su visita como “un momento especial y extraordinario”.

Entre las actividades desarrolladas de manera previa al citado encuentro con el presidente, el cardenal secretario de Estado ofició misas en La Habana y Santa Clara, donde inauguró un monumento público a Juan Pablo II.

También estuvo en la Universidad de La Habana, donde dictó una conferencia ante intelectuales y profesores en la que se refirió a la necesidad de encontrar caminos concretos para que cultura y ética, Iglesia y sociedad, puedan colaborar en la construcción de un mundo más humano.

Merece significarse, además, que el cardenal ofreció una misa para religiosos salesianos y visitó la Escuela Latinoamericana de Medicina.

Bertone, en una rueda de prensa posterior a su encuentro con el entonces ministro de Relaciones Exteriores cubano, deseó una continuidad en la maduración de las relaciones Iglesia-Estado al asegurar que “hay un camino que se percibe va adelante”.

Por otra parte, tal vez sin percatarse de la importancia histórica de ello, aseguró que el bloqueo norteamericano contra Cuba era algo “injusto y éticamente inaceptable”.

Durante sus múltiples actividades recordó la vigencia del fallecido papa polaco, y recibió en la Iglesia del Cobre, en Santiago de Cuba, una fuerte muestra de fervor católico.

El 27 de febrero, en su texto de “Saludo y Declaración Final”, publicado por la Santa Sede, renovó a todos los cubanos, ciudadanos y autoridades, creyentes y no creyentes, la cercanía de la Iglesia y la certeza de la oración y el cariño del Santo Padre Benedicto XVI.

Bertone había visitado Cuba en dos oportunidades anteriores, la más reciente, por aquellos años, en 2005, cuando siendo aún Arzobispo de Génova, tuvo una larga entrevista con Fidel Castro, y destacó el aprecio del líder de la Revolución cubana por la religión y la Iglesia.

Su visita se convirtió en la antesala de la del papa Benedicto XVI a la isla, en marzo de 2012.

Como dato curioso, merece citarse que en su libro: “Un cuore grande, Omaggio a Giovanni Paolo II” (Un gran corazón. Homenaje a Juan Pablo II”), el cardenal refirió cómo Juan Pablo II le confió que “posiblemente ningún jefe de Estado se había preparado tan a fondo para una visita de un Pontífice”, como ocurrió durante su visita a Cuba en enero de 1998.

arb/eg

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