jueves 27 de febrero de 2025

EE. UU. mira las tierras raras de República Dominicana (+Fotos)

Santo Domingo (Prensa Latina) Las tierras raras de República Dominicana centraron, en gran medida, el interés del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien concluyó aquí este febrero su primera gira internacional luego de su juramentación en el gobierno del ultraderechista Donald Trump.

Por Mariela Pérez Valenzuela

Corresponsal jefa de República Dominicana

Aun cuando Quisqueya posee otros atractivos para la actual administración estadounidense -petróleo, gas y abundante oro, plata, bauxita y níquel-, Rubio destacó el deseo de su país de integrar el negocio millonario que vislumbra la exploración de estas tierras situadas en varias zonas del país.

¿Por qué son las llamadas “tierras raras” tan importantes para las siempre crecientes necesidades de Washington y por qué introduce a sus geólogos y otros profesionales en el estudio de las zonas de futura explotación?

Las tierras raras son un conjunto de 17 elementos químicos utilizados en la fabricación de dispositivos médicos, partes de vehículos, semiconductores y productos tecnológicos en general.

Pese a su nombre, expertos refieren que no son tan escasas como podría creerse, aunque la extracción y el procesamiento son complicados y costosos.

Si bien la República Dominicana no es el único país que las posee (principalmente en territorio de la región Sur), Estados Unidos tiene especial interés en ellas por estar situadas en una nación amistosa y cercana, de la cual es el principal socio comercial.

Durante su estancia en Santo Domingo, Rubio se entrevistó con el presidente Luis Abinader, con quien habló sobre el tema, pues en este país hay, según reveló el jefe de Estado, un aproximado de 100 millones de toneladas de éstas.

Los recursos declarados por el dignatario llamaron la atención de no pocos conocedores de esta rama y el exministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, indicó que ni China tiene tantas reservas de tierras raras.

Por su parte, el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, se apresuró en aclarar que el Gobierno conocerá el verdadero potencial de factibilidad de sus reservas de tierras raras a partir de mediados del próximo año.

En referencia a la cifra manejada por el gobernante, el funcionario expresó que se trata del valor bruto inferido, pero no de algo definitivo.

De lo que no hay dudas es de que manejar la explotación futura de este producto es fundamental para la economía norteamericana y sería otro movimiento a fin de evitar que empresas chinas continúen sus negocios en esta área geográfica tan relevante para los planes de la Casa Blanca.

El jefe de la diplomacia estadounidense afirmó sin medias tintas que “prefiere” que estas estén en manos de un país amigo (República Dominicana) “y no en uno que no es amigo y que está al otro lado del planeta”.

“Las tierras raras que hay en República Dominicana les pertenecen a ustedes…”, indicó en conferencia de prensa junto a Abinader el 6 de febrero, para luego afirmar que “…es algo muy positivo que se encuentren en nuestro hemisferio”.

INTERÉS DE WASHINGTON

China monopoliza en la actualidad la tenencia de este tipo de tierra, con un 60-70 por ciento mundial, según diversas fuentes, lo que por supuesto resulta un inconveniente para Trump y sus planes adversos a la gigantesca potencia asiática.

Vietnam, Rusia, Brasil e India, aunque en menor medida, también figuran entre los países con mayores reservas, de ahí que Estados Unidos busque diversificar sus fuentes de suministro, incluyendo a República Dominicana.

Su “rareza” se debe a que es inhabitual hallar yacimientos de utilidad comercial, pues estos metales se encuentran a menudo en pequeñas cantidades en el seno de minerales de los que son difíciles de separar.

En realidad, el gobierno dominicano le hizo un regalo a Estados Unidos -a quien considera su mercado natural- al firmar un acuerdo inconsulto para que la exploración sea realizada con el “asesoramiento” de sus especialistas.

BAJANDO LA PARADA

Miguel Peña, asesor minero del Poder Ejecutivo, explicó que el valor de estas puede variar de acuerdo con el volumen y el tipo de mineral que contengan.

Son pesadas en kilogramos y los precios, dijo, dependen del elemento que contengan hasta un tope de mil dólares.

Sin embargo, su explicación algunos la interpretan como un tanto irreal, pues los empresarios y el gobierno norteño no gastan un centavo en un posible negocio que resulte incosteable o no brinde las ganancias esperadas.

Cuestionado sobre si la extracción afectaría de alguna manera el medio ambiente, respondió que el proceso es un “minado selectivo a cielo abierto” y que luego de la extracción de los minerales, “puede ser un abono natural”.

Mientras, expertos internacionales coinciden en señalar que, aunque estos minerales representan una oportunidad económica y de desarrollo para cualquier país, la extracción y procesamiento generan residuos altamente contaminantes, incluso gases tóxicos y material radioactivo.

MILITARES DE EE. UU. YA ESTÁN EN DOMINICANA

Militares de Estados Unidos ya están en la República Dominicana haciendo las exploraciones para determinar las cantidades, pero el gobierno de Abinader se apresuró -ante las críticas de sectores opositores- a aclarar que se trata de asesores solicitados para el proceso inicial de la explotación.

Al respecto, en la rueda de prensa conjunta con Marco Rubio, destacó que para extraer las tierras raras se necesita de la ayuda y tecnología (de Estados Unidos).

El ministro de Minas y Energías, Joel Santos, intentó acallar los comentarios negativos sobre la presencia de los estadounidenses -cuyo país invadió con sus soldados en 1965 este territorio con saldo de alto número de muertos y heridos dominicanos- para derrocar al gobierno del coronel Francisco Caamaño.

Santos indicó que los ingenieros geólogos del Ejército de Estados Unidos “son de los mejores del mundo y nosotros hemos buscado la ayuda de esos geólogos, no por militares, sino por su amplia experiencia”.

Especificó que se trata solo de una contratación de servicios, no de concesión de exploración que estará a cargo, dijo, del Estado dominicano.

Recordó que la administración de Abinader creó por decreto en 2024 un ente estatal denominado Empresa Minera Dominicana (Emidom), que se encargará de administrar todo el proceso.

No obstante, dejó abierta la puerta al capital privado, e indicó que Emidom podría acordar con una entidad de ese tipo, si así se requiriera, para el proceso de explotación de esos yacimientos, en caso de que resulten económicamente factibles para el Estado.

Abinader fue más claro que su ministro. “Vamos a explotar esas tierras, pero el mercado está en Estados Unidos, principalmente. Siempre es necesario la asesoría (estadounidense) para la explotación suficiente y que tenga sentido económico”.

CRÍTICAS AL GOBIERNO DE ABINADER

Uno de los críticos del acuerdo bilateral para la exploración de las tierras raras es el Movimiento Izquierda Unida (MIU) liderado por su secretario general Miguel Mejía, quien señaló que “es un proceder sospechoso y peligroso” que toca la seguridad nacional.

Durante una rueda de prensa presidida por Mejía, el MIU afirmó que la visita de Rubio dejó interrogantes sobre los reales propósitos del gobierno de Trump, y que fue el convidado y no el gobierno dominicano quien reveló al país la firma del contrato con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército norteño.

Tras alertar de aspectos que tocan la seguridad nacional y la independencia económica del país, el MIU indicó que ese acuerdo debe ser presentado y aprobado por el Congreso de la República, aunque en círculos políticos hay dudas de que el gobierno retroceda en decisiones tomadas y reveladas públicamente por un funcionario extranjero de alto rango.

Rubio anunció la presencia norteamericana en República Dominicana como si se tratara, criticó, de un asunto de política doméstica estadounidense, lo que es estrictamente una cuestión de este país.

La visita de Rubio demostró que considera a República Dominicana su aliado estratégico en el Caribe, al extremo de ofrecer noticias sobre un tema tan delicado para la población local como es la presencia de los militares -camuflados o no como geólogos- que nunca son una buena señal para naciones dependientes de sus intereses.

arb/mpv

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