Alejados del mundanal ruido, los consumidores de este mercado a nivel global podrían aportar 179,6 mil millones de dólares en los próximos cinco años, para una tasa de crecimiento anual compuesta del 21,9 por ciento, según el Segment Forecasts 2019-2026.
Especialistas aseguran que este segmento genera ingresos directos en divisas y contribuye al desarrollo general de cualquier economía, a la par de brindar oportunidades laborales y comerciales, y ayudar al aumento de negocios asociados como productos farmacéuticos y dispositivos médicos.
UN VISTAZO A CUBA
El turismo de salud y calidad de vida que Cuba ofrece es cada vez más demandado por personas de todas partes del mundo, sin embargo, los analistas coinciden en que aún quedan potencialidades por explotar.
Se trata de una práctica que despuntó a inicios de la década del 80 del pasado siglo, con el auge de las ciencias médicas en el país y la formación de profesionales competentes en las diversas especialidades, rememoró en conversación con Prensa Latina la doctora Iliana Reyes Álvarez, jefa de Ventas de la empresa Servicios Médicos Cubanos (SMC).
Esto motivó a ciudadanos extranjeros —inicialmente familiares de diplomáticos y residentes en la región del Caribe— a solicitar atención médica aquí, y se perfeccionaron los tratamientos de las adicciones, clínico-quirúrgicos, neurológicos y de rehabilitación, entre otros, comentó.
Ante tanta demanda, resaltó la doctora, surgió la empresa Servimed, que luego se fusionó con SMC, entidad que cuenta hoy con un perfil más amplio y pone a disposición del paciente una red de unidades del sistema nacional de salud a nivel primario, secundario y de instituto.
También, acotó, ejecutamos programas que emplean alta tecnología, resultado del desarrollo de la biotecnología cubana y de las ciencias médicas en general.
Reyes explicó que SMC es una empresa anexa al Ministerio de Salud Pública (Minsap) cuyo objetivo es exportar los servicios de salud en sus diferentes modalidades.
Entre ellas mencionó: servicios médicos en el exterior, atención a pacientes extranjeros y aquellos que deseen mejorar su calidad de vida en Cuba; programas académicos, cursos de formación o de superación; además de eventos y visitas especializadas. (AUDIO)
EN LÍNEA ASCENDENTE
El turismo de salud es una industria creciente a nivel internacional, apuntó la especialista de SMC.
Dentro de la región en este terreno destacan naciones como Costa Rica, Colombia, República Dominicana (con una participación incipiente), Chile, Argentina y México, y también Europa.
Existen diferentes modalidades de turismo de salud, el propiamente médico, que es cuando los pacientes viajan para recibir tratamiento, y el de calidad de vida, que lo asumen personas aparentemente sanas que buscan mayor bienestar.
Generalmente los países se especializan en una o dos líneas de trabajo, por ejemplo, Costa Rica enfatiza en el servicio estomatológico.
Realmente, subrayó Reyes, nuestro marketing no ha sido dirigido hacia una empresa mercantil, cuyo único propósito sea obtener ganancias; hemos tratado de desarrollar el turismo de salud para dar respuesta a una demanda existente, y sobre esta base creamos los servicios.
Los ingresos que se reciben por el turismo médico especializado en Cuba –especificó— van dirigidos a fortalecer la estructura del sistema nacional de salud, mantener los derechos que tienen los ciudadanos a recibir asistencia médica gratuita y para desplegar nuevas tecnologías en este sector.
La directora de Ventas añadió que los tratamientos novedosos son los más solicitados. Si los pacientes proceden de países con poco desarrollo médico, nos requieren procedimientos quirúrgicos comunes, ortopédicos, pediátricos; pero si la petición viene de naciones desarrolladas, entonces la demanda se enmarca en otros que son exclusivos de la isla.
Dentro de ellos distinguió el tratamiento del pie diabético, con el empleo del Heberprot, medicamento creado por la biotecnología cubana; el del cáncer de pulmón, cabeza y cuello, con anticuerpos monoclonales y el de cáncer de piel.
Sumó a la lista los programas de rehabilitación, que si bien no son exclusivos cubanos –aclaró— los componentes del protocolo de tratamiento contienen especificaciones que elevan los resultados a un rango superior.
Mencionó, además, el tratamiento a las adicciones, que es un protocolo propio y con una experiencia de más 25 años; las cirugías a niños con trastornos congénitos cardiovasculares, las de mínimo acceso y las de columna, procedimientos que requieren experticia y equipos de alta tecnología.
Entre los principales emisores de pacientes, Reyes nombró a Canadá (cirugía estética, rehabilitación, ortopedia y tratamiento del cáncer), países de la región del Caribe (con déficit de infraestructura hospitalaria y equipos de alta tecnología), y de Europa (tratamiento del cáncer de cabeza, cuello y pulmón), además de Angola y Turquía.
A pesar del bloqueo impuesto por Estados Unidos y el impacto de la pandemia de la Covid-19, puede brindarse en Cuba un servicio de alta calidad, competitivo con los países desarrollados del mundo, remarcó.
Segundo, al no ser el turismo de salud en Cuba una carrera comercial, mercantilista, los precios de los programas médicos ofertados son asequibles y no limitados a un reducido por ciento de personas en el mundo.
Otros elementos, dijo, son las terapias y tratamientos propios de nuestro sistema de salud, además de la naturaleza y belleza de la isla, y la hospitalidad de su gente.
MÁS POR HACER
Algunos analistas coinciden en que en el campo del turismo de salud en la mayor de las Antillas existen potencialidades por explotar y conminan a un mayor dinamismo en el desarrollo de dicho producto. Incluso hablan de la necesidad de replantearse cómo manejarlo con un sentido comercial y de mayores aspiraciones.
A juicio del investigador Miguel Alejandro Figueras, Premio Nacional de Economía de la República de Cuba en 2007, el país deberá acceder en mayor escala a este mercado. Otros países con menos condiciones lo hacen, dijo.
En una entrevista ofrecida a Prensa Latina, el economista planteó que en años recientes esta modalidad en su totalidad (salud y bienestar) contribuyó con 200 mil millones de dólares a las naciones que exitosamente la gestionan, siendo una vía rápida de crecimiento de ingresos.
Con el reconocimiento internacional logrado por Cuba por el rol desempeñado en el enfrentamiento al ébola, el cólera y ahora a la Covid-19, sus médicos y especialistas son admirados y respetados. De ahí que se impone el turismo de salud y calidad de vida, significó Figueras.
Cuba dispone de una combinación perfecta para tal segmento, por su demostrado nivel científico médico, la pericia y amabilidad de su personal, y la calidad de sus instalaciones y servicios turísticos, opinó Figueras.
Por su parte, la directora de Venta de SMC reconoció que requieren más visualización, que las personas necesitadas de tratamiento médico conozcan los que Cuba ofrece.
“Tenemos muchas más potencialidades que las que hoy trabajamos y en un plan de desarrollo continuo de nuestra empresa —en unión del resto de las unidades prestatarias de servicios del sistema nacional de salud— podremos alcanzar niveles mayores en el turismo médico”, manifestó.
Reyes comunicó que tienen previsto proyectos (algunos necesitados de inversión extranjera y otros incluidos en planes de desarrollo del Minsap) encaminados, por ejemplo, a explotar nuestros balnearios, poseedores de aguas termales de altísima calidad y beneficiosos para la salud.
También para impulsar la fertilización in vitro, los trasplantes de órganos; desarrollar la medicina celular, conocida popularmente como la medicina con células madres, que requiere de una infraestructura y de la terminación de protocolos que están en desarrollo.
Permanentemente abrimos nuevos servicios, se desarrollan novedosas tecnologías y ponemos en función del turismo de salud todas las potencialidades que tiene el país, concluyó Reyes.
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*Este trabajo contó con la colaboración de PLTV, PLRadio, Adriana Robreño, fotografía de Miguel Guzmán y la webmaster Wendy Ugarte.