Por Julio Morejón Tartabull
De la redacción de África y Medio Oriente
El presidente, Salva Kiir Mayardit, aboga por celebrar la consulta y su ministro de Asuntos Exteriores, James Pitia Morgan, declaró que el rechazo a los comicios “surge del miedo mórbido a las elecciones”.
Mientras que Kiir manifestó su cansancio por las “transiciones perpetuas” ocurridas desde el 2015, Morgan se refirió críticamente a la existencia de una “fobia electoral”, cuando se hacen esfuerzos para ir a las urnas.
Asimismo, el titular de Información Michael Makuei precisó: “Nuestra posición es clara: el gobierno de Sudán del Sur tiene la intención de proceder con elecciones como se describe en la Hoja de Ruta” de 2022.
Sin embargo -según el portal digital theeastafrican.co.ke- el primer vicepresidente Riek Machar Teny es partidario de prorrogar la etapa de tránsito para poder dar cumplimiento a todos los aspectos esenciales del acuerdo de paz de 2018.
Ese pacto finalizó cinco años de guerra entre el Movimiento Popular de Liberación de Sudán (SPLM), del presidente Kiir, y el Movimiento Popular de Liberación de Sudán en Oposición (SPLM-IO) de Machar.
Pese a los avances concretando tópicos tales como la formación de un gobierno de unidad nacional e ir estructurando un ejército único, aún persisten atrasos en diversos puntos de lo pactado hace seis años y cuya hoja de ruta se adoptó en 2022.
Se aceptó entonces que el cronograma de labores se extendería por 24 meses, es decir, hasta el actual año. En aquel entonces existía consenso respecto a los asuntos pendientes de cumplimiento en el proceso de distensión.
En una carta enviada recientemente por el primer vicepresidente Machar a la Comisión Conjunta Reconstituida de Seguimiento y Evaluación (R-JMEC), el político sugiere la revisión de la Hoja de Ruta y el diálogo entre sus firmantes.
Como el R-JMEC supervisa la implementación del acuerdo de paz de 2018 es un importante instrumento en la construcción del Estado sursudanés, por lo cual resulta vital en el proceso de transición.
Por su parte, el presidente de ese órgano, general Charles Tai Gituai, acotó al portal theeastafrican.co.ke que Machar respondía a un llamado “al diálogo entre partidos porque el momento de las elecciones se acerca y no hay evidencia de preparativos”.
El sitio digital amplió que lo más desafiante corresponde a “las demoradas reformas del sector de seguridad que garantizarían que las elecciones (propuestas para diciembre) sean pacíficas”.
En noviembre pasado, se graduó la primera tropa de redespliegue del contingente militar de las 55.mil efectivos de Fuerzas Unificadas de los 83 mil previstos en el acuerdo de 2018.
Sobre los comicios, integrantes de la oposición sostienen que será difícil realizar la consulta sin finalizar tampoco la redacción de la Constitución y la delimitación de distritos electorales que deberán determinar dónde se registrarán los votantes.
CRITERIOS FORÂNEOS
El jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (Unmiss), Nicholas Haysom, y el presidente, Salva Kiir, abordaron el tema electoral, pese a los desacuerdos que inciden en cuanto a ejecutar o no la consulta.
La reunión, señaló un comunicado oficial, se centró en “la importancia de elecciones libres y justas para promover la democracia y la estabilidad en la región”, difundió Sudans Post.
“Subrayamos que las elecciones en Sudán del Sur son un derecho soberano del país y de su pueblo, y hemos tomado nota de que hay pruebas considerables de que la gente quiere que se celebren (…)”, apuntó el funcionario de Naciones Unidas.
En el encuentro, el mandatario Kiir “enfatizó la importancia de los comicios para determinar el futuro del país y subrayó la necesidad de que todas las partes interesadas cooperen para garantizar un proceso electoral fluido y transparente”.
Haysom confirmó la disposición de la Unmiss de apoyar el proceso democrático sursudanés y destacó su confianza en que con los esfuerzos de todas las partes se podrá cumplir exitosamente el plazo de diciembre de 2024 para la consulta.
Los integrantes de la llamada Troika para el país africano (Estados Unidos, Noruega y Reino Unido) alertaron al gobierno sobre procurar fondos para financiar la actividad electoral con el propósito de que sea un proceso limpio.
Esos miembros de la comunidad internacional son garantes del acuerdo de paz del 2018, con el cual finalizaron cinco años de conflicto bélico causante de màs de 300 mil muertos y de una crisis humanitaria con graves secuelas.
Según los tres países, para la realización de los comicios Juba debería seguir los mecanismos elaborados por la ONU, la Unión Africana (UA) y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD).
Dentro de 10 meses el país enfrentará o no la delicada gestión en la construcción institucional, pero algo es inobjetable: la opción que asuma será una decisión histórica necesariamente dirigida a conservar la paz y por el progreso humano, lo contrario podría conducir a un desagradable fracaso estratégico.
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