viernes 24 de enero de 2025

Factor Trump en el futuro diálogo comercial China-EEUU

Beijing (Prensa Latina) En su cruzada contra el mundo, el “Estados Unidos Primero” de Donald Trump representa un desafío para el pragmatismo habitual de China, que llega a este diferendo con nuevas herramientas.

Por Isaura Diez Millán

Corresponsal jefe en China

En primer lugar hay lecciones aprendidas. En 2018, durante el primer mandato del republicano, el gobierno estadounidense impuso aranceles adicionales de 25 por ciento sobre productos chinos con lo cual inició la mayor confrontación comercial en la historia económica mundial.

China respondió con el implemento de medidas equivalentes sobre productos estadounidenses, defendió su postura de que no hay ganadores en una guerra comercial y disposición a luchar para defender sus intereses.

¿Qué sucedió? En Estados Unidos sectores como la agricultura y la manufactura enfrentaron desafíos debido a la disminución de exportaciones y al aumento de costos de insumos importados.

China, por su parte, experimentó una desaceleración en su crecimiento industrial y una reducción en sus exportaciones hacia el mercado estadounidense.

La guerra comercial también tuvo repercusiones globales, generó tensiones en las cadenas de suministro internacionales y fomentó un clima de desconfianza mutua entre las dos principales economías del mundo.

Nuevas amenazas en la era de Trump 2.0

El magnate estadounidense anunció su intención de imponer un arancel de 10 por ciento a todas las importaciones chinas a partir del 1 de febrero, como respuesta a la supuesta incapacidad de Beijing para frenar las exportaciones de fentanilo hacia el país norteamericano.

Trump también culpó en parte a sus vecinos Canadá y México, a quienes dijo aplicará tarifas de 25 por ciento.

El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, afirmó que Beijing es uno de los países más decididos en la lucha contra las drogas, con estrictas regulaciones y políticas exhaustivas en el control de sustancias.

Lin subrayó que el consumo en Estados Unidos tiene su origen en factores internos, por lo que instó a ciertos políticos estadounidenses a fortalecer la supervisión doméstica y reducir la demanda interna en lugar de buscar culpables externos.

Sobre la imposición de aranceles -que en principio se quedaron por debajo de los anunciados por Trump durante su campaña electoral- la Cancillería asiática expresó su disposición al diálogo para limar fricciones bajo los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación.

“No hay ganadores en una guerra comercial”, agregó la portavoz Mao Ning, una posición que el propio presidente chino, Xi Jinping, expuso al republicano durante una conversación telefónica reciente.

De acuerdo con el comunicado oficial, ambos líderes coincidieron en la necesidad de fortalecer la cooperación y evitar confrontaciones, especialmente en temas sensibles como las relaciones económicas y comerciales.

Xi llamó a manejar con prudencia los desacuerdos y buscar una relación estable, saludable y sostenible entre las dos principales economías del mundo.

Mientras tanto, en el Congreso estadounidense avanzan proyectos de ley dirigidos a “combatir el papel de China en la crisis del fentanilo”, que incluyen sanciones contra entidades del gigante asiático y medidas para frenar el contrabando de drogas.

Altos cargos de la administración Trump con postura antichina

Otro elemento que supone relaciones complicadas entre ambas potencias es la designación de altos funcionarios con posiciones marcadamente críticas hacia China.

Durante su reciente audiencia de confirmación, el secretario de Estado Marco Rubio afirmó que Beijing representa la “mayor amenaza” para Estados Unidos en el siglo XXI.

“Si no cambiamos de rumbo, vamos a vivir en un mundo en el que gran parte de lo que nos importa a diario, desde nuestra seguridad hasta nuestra salud, dependerá de si los chinos nos permiten tenerlo o no”, subrayó.

Por su parte, Michael Waltz, nominado para el puesto de Asesor de Seguridad Nacional, describió las tensiones entre Washington y Beijing como una “Guerra Fría contra el Partido Comunista de China”.

Waltz, con más de 27 años de experiencia militar en zonas de conflicto como Afganistán, Medio Oriente y África, ha mantenido una línea dura contra el gigante asiático.

En 2020, China decretó sanciones contra Rubio por su interferencia en los asuntos internos de Hong Kong y Xinjiang.

Al respecto la Cancillería de la nación asiática reafirmó recientemente su intención firme de defender los intereses nacionales, pero adelantó que los altos funcionarios de cada país deben mantener una comunicación apropiada.

Guerra avisada…

En un contexto de tensiones políticas y económicas, el anuncio arancelario de Trump durante su campaña electoral disparó las compras al gigante asiático.

Según datos de la Administración General de Aduanas de China, las exportaciones chinas a Estados Unidos alcanzaron un valor de 50 mil millones de dólares en diciembre de 2024, con un aumento de 10,7 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior.

Este crecimiento estuvo impulsado por un aumento de las compras de empresas estadounidenses que llenaron sus almacenes antes de la asunción de Trump.

Sin embargo, las importaciones chinas desde Estados Unidos cayeron un 11,2 por ciento durante noviembre de 2024 en comparación con noviembre de 2023, ya que Beijing priorizó el intercambio con países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y de América Latina.

No obstante, la política de aranceles impulsada por Trump puede generar efectos adversos tanto en las empresas estadounidenses como en la economía general.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), estas medidas podrían incrementar la inflación en un punto porcentual para 2026, lo que equivaldría a un costo adicional de mil 560 dólares anuales para las familias estadounidenses.

Además, el informe resalta que los aranceles no solo impactan los precios de los productos, sino también la estabilidad económica global.

En declaraciones a China Global Television Network (CGTN), Terrence Adamson, abogado del expresidente Jimmy Carter, enfatizó la necesidad de establecer acuerdos comerciales en lugar de depender exclusivamente de las tarifas para gestionar el comercio entre ambas naciones.

“Los aranceles no son la única herramienta. Se necesita buscar acuerdos que promuevan una relación comercial más equilibrada”, afirmó.

Por otro lado, Michael Hart, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en China (AmCham China), expresó que las empresas estadounidenses radicadas aquí podrían beneficiarse enormemente de relaciones comerciales más positivas.

“Nos oponemos a aranceles adicionales y restricciones comerciales, ya que estas medidas perjudican tanto a nuestras empresas como al comercio bilateral. Esperamos que el recién instalado ejecutivo continúe el diálogo constructivo para garantizar un comercio justo y beneficioso para ambas partes”, señaló.

De acuerdo con fuentes oficiales, China alcanzó cifras récord en comercio exterior en 2024, impulsada por un paquete de políticas gubernamentales que fortalecieron la industria manufacturera y estimularon su vasto mercado interno.

En diciembre, la escala total de importaciones y exportaciones del país superó los 550 mil millones de dólares, con un crecimiento de 6,8 por ciento respecto al año anterior, destacaron las autoridades aduaneras.

Según expertos, el desempeño comercial de China en medio de un entorno internacional complejo refleja su capacidad para adaptarse y mantener su relevancia en el comercio global.

China y Rusia por ampliar nexos ante incertidumbres externas

En momentos en los que China y Rusia se preparan para lidiar con lo impredecible de la política de Trump, Beijing y Moscú destacaron la importancia de guiar las relaciones bilaterales hacia un nuevo nivel.

El presidente Xi Jinping abogó por trabajar con su homólogo Vladimir Putin en 2025 para profundizar la coordinación estratégica, fortalecer la cooperación práctica y defender los intereses legítimos de ambas naciones en respuesta a las crecientes “incertidumbres externas”.

Asimismo, subrayó la necesidad de promover la equidad y justicia mundiales, salvaguardar el sistema internacional centrado en las Naciones Unidas y respetar las normas básicas de las relaciones internacionales.

Xi llamó a reforzar la cooperación en los Brics, promover la unidad del Sur Global y avanzar en el desarrollo cualitativo de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).

Por su parte, Putin destacó que la confianza mutua, el apoyo recíproco y la cooperación bilateral han permanecido sólidos pese a los desafíos internacionales.

El líder ruso expresó satisfacción por el crecimiento del comercio bilateral, la colaboración energética y el aumento de visitas turísticas entre ambas naciones, al tiempo que reiteró el compromiso de Moscú con Beijing en asuntos multilaterales para contribuir a la paz y el desarrollo global.

La “cruzada” de EEUU contra el mundo vs. postura multilateral de China

China reafirmó su compromiso con el multilateralismo y la cooperación global en respuesta a las recientes medidas unilaterales adoptadas por Trump, que incluyen sanciones, aranceles, salidas de acuerdos internacionales y controversias como la del Canal de Panamá. Entre las decisiones más controvertidas del magnate neoyorkino figura la retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una acción criticada por Beijing, que reiteró la importancia de fortalecer el papel central de este organismo en la gobernanza sanitaria global.

“China continuará apoyando firmemente a la OMS en el cumplimiento de sus funciones, promoverá cooperación internacional en salud pública y reforzando la gobernanza sanitaria global”, declaró el vocero Guo Jiakun.

Respecto a las acusaciones de Trump sobre la supuesta influencia china en el Canal de Panamá y la amenaza de retomar su control, Beijing reiteró su respaldo a la soberanía panameña y al carácter neutral de esta infraestructura como vía de navegación internacional.

En los últimos años, mientras Washington reforzaba su “diálogo” con otros actores basado en medidas unilaterales, China impulsó la consolidación de redes multilaterales y de cooperación alternativas que ahora están más fortalecidas para enfrentar el entrante mandato de Trump.

Por ejemplo, a la Iniciativa de la Franja y la Ruta ya pertenecen más de 150 países, el grupo Brics acaba de experimentar una expansión histórica, la OCS promueve la cooperación práctica y el acuerdo de libre comercio más grande del mundo en términos de población, comercio y potencial de desarrollo (RCEP) es un motor clave para la integración económica de Asia-Pacífico.

Beijing es un fuerte impulsor del protagonismo del Sur Global y trabaja en favor de la unidad y el desarrollo sostenible en estas regiones al reforzar la colaboración en áreas como comercio, infraestructura y tecnología. Además, se suman los avances positivos en el diálogo con países como India y Japón, con los cuales busca limar tensiones históricas; los excelentes nexos con Vietnam, una economía con enorme potencial de crecimiento, y los profundos vínculos con África, adonde China llegó con grandes proyectos sin condicionamientos políticos.

De esta forma, ante la política de “Estados Unidos primero”, es previsible que Beijing consolide su posición como líder del multilateralismo y destaque por su promoción de un enfoque inclusivo y cooperativo en el escenario internacional.

arc/idm

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