En el Acuerdo de París -rubricado en 2016- se trazó la meta de no incrementar la temperatura en más de dos grados Celsius, incluso llegar a 1,5, pero hoy existe una gran cantidad de tecnología en funcionamiento que entorpecerá fijar ese límite, ya que la principal fuente de calentamiento es la quema de carburantes.
Para ampliar sobre las tendencias y perspectivas de los hidrocarburos en el mundo y el desarrollo de las fuentes renovables de energía (FRE), Prensa Latina entrevistó al director de Política y Estrategia Energética del Ministerio de Energía y Minas de Cuba, Ramsés Montes.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), explicó Montes, recién proyectó un escenario de emisiones cero en 2050 donde prácticamente el 100 por ciento de consumo de energía no sea por la combustión de combustibles fósiles.
Se trata de un contexto en el cual los principales crecimientos de las FRE para la generación de electricidad se desarrollarían en dos tecnologías, la solar fotovoltaica (ESF) y la eólica, acotó.
En la actualidad, expuso, la generación de electricidad con fuentes limpias a escala global oscila entre el 28 y 29 por ciento, y de esa cifra las de mayor peso son la hidroeléctrica y la combinación de eólica y solar fotovoltaica que alcanzan un 10 por ciento, el resto se realiza con combustibles fósiles.
Pero si se tiene en cuenta el sector del combustible para el transporte y la industria, la participación de las energías renovables es mucho menor, subrayó.
“La matriz energética de consumo mundial es predominantemente combustibles fósiles y de continuar con esa tendencia el mundo está condenado a tener un cambio climático que va a afectar todos los sistemas y a toda la humanidad”, alertó.
REALIDADES
En 2020, ejemplificó el experto, cerca del 80 por ciento de las nuevas inversiones para la generación de electricidad correspondió a energías renovables.
Sin embargo, a este ritmo –puntualizó- no se alcanzará la meta de descarbonizar el sistema energético para el 2050, pues se requiere incrementar la velocidad y amplitud de esos proyectos.
Para Montes otra cuestión muy importante que contribuye al desarrollo de las FRE es la relación entre el aumento de las inversiones y la disminución de los precios. Hoy la generación de energía de origen fotovoltaico o eólica es más económica que con combustibles fósiles.
Entonces, no solo es ayudar al medioambiente sino también es una cuestión económicamente factible para los países, remarcó.
Por otro lado, significó que la búsqueda del 100 por ciento de FRE no solo se enfoca hacia la generación de electricidad, pues a nivel de consumo el sector del transporte -alto demandante de derivados del petróleo- muestra un crecimiento exponencial en el desarrollo de los vehículos eléctricos.
Ello, abundó, produce una sinergia trascendental entre la tecnología de este tipo de autos y la electricidad que se garantiza para su funcionamiento con la instalación de fuentes de energías limpias.
La tendencia sería electrificar diferentes sectores consumidores de energía -transporte, industrias-, sobre todo en la producción de calor, con electrificación mediante la generación de FRE, reiteró.
Pero hay un punto de inflexión de cómo las energías renovables son variables con relación al clima, pues en un momento determinado puedes tener una generación muy por encima de la demanda y llegar en pocos minutos a cero.
Sin embargo, resaltó, existen recursos que permiten a los sistemas alcanzar altos niveles de integración y acumulación de energía, en el orden del 80 por ciento de su capacidad total.
ACTUALIDAD
En opinión de Montes, la tecnología con más desarrollo son las baterías de ion de litio (celulares, laptop, vehículos eléctricos), las cuales pueden almacenar los excesos de sol o viento y cuando haya un déficit descargar la energía acopiada de forma tal que se mantenga el sistema eléctrico en su operación óptima.
Hay una gran cantidad de medios de acumulación en estudio en centros de investigación y universidades en el mundo, como las baterías de ion de litio, de flujo o por hidrógeno. Son diferentes tipos de almacenamientos que pueden garantizar hasta por días escenarios sin sol o viento, añadió.
Existe la posibilidad, desde el punto de vista tecnológico, de llegar a valores de alta penetración de las FRE en hasta 80 por ciento e incluso ciento por ciento no solo para los consumos habituales en las viviendas, sino extenderse a los vehículos, producción de calor en calderas y en la industria, entre otros, apuntó.
Montes enfatizó que si bien crece la demanda de los combustibles fósiles a partir de la recuperación de las economías tras los efectos negativos de la Covid-19, a medida que avanza la tecnología habrá una transición hacia los autos eléctricos.
Muchos países tienen metas de comercializar solo este tipo de vehículos para el 2035, apostilló.
En ese sentido, destacó que varias naciones pretenden alcanzar el 100 por ciento en la generación de electricidad mediante las FRE, una solución económica sumamente factible y que mejora además el tema medioambiental sobre la base de eventual reducción en la demanda de combustibles fósiles.
Hoy las grandes petroleras ya están incorporando proyectos de FRE porque aprecian que en el futuro hacer inversiones en yacimientos fósiles y nuevas refinerías no será rentable al existir otra alternativa que solucione un mismo problema a menor precio.
“Se trata de una transición que ya comenzó y cada vez será más rápida”, manifestó.
Asimismo, advirtió que en la actualidad muchas de estas compañías están divididas en cuanto a la posición por asumir.
Hay una parte invirtiendo en las FRE y en la infraestructura para carga de vehículos eléctricos, pero sin renunciar a su principal negocio que es el petróleo, mientras otras, la minoría, no quieren involucrarse aún en la transición, explicó.
Estas últimas pueden llegar tarde al nuevo mercado, en un contexto en que la demanda a futuro de petróleo y sus derivados dejará de crecer en la medida que avance la transición energética, argumentó.
A su vez, un factor a tener en cuenta según Montes, es la eficiencia energética que ofrecen las FRE, demostrada en el uso de iluminación con bombillos Led, los sistemas de aire acondicionados Inverter, los televisores Led, las cocinas de inducción, entre otros muchos utensilios y equipos, pues con la misma energía se pueden realizar más actividades económicas.
La transición energética no es un proceso sencillo ya que implica una modificación tecnológica profunda en los sistemas energéticos que afectará a las grandes compañías petroleras y el sector automotor, pero es inevitable y será fundamental para contrarrestar el cambio climático, vaticinó.
EN CUBA
Cuba tiene aprobada desde 2014 una política para el desarrollo de las FRE hasta el 2030, con una meta de llegar al 24 por ciento de la generación de electricidad con fuentes limpias; sin embargo, recientemente la Unión Nacional Eléctrica actualizó su programa y tiene previsto alcanzar un 37 por ciento.
De acuerdo con Montes, las tres principales tecnologías para lograr ese objetivo serían la biomasa, la eólica y fotovoltaica.
En el caso de la primera, indicó, el grupo azucarero Azcuba realizará inversiones en diversos centrales que utilizarán el bagazo de la caña de azúcar para generar electricidad con parámetros de mayor presión y temperatura que los existentes.
El especialista consideró que estos serán más eficientes y producirán energía para autoabastecerse y entregar el excedente a la red nacional.
Por su parte, la eólica se espera que sume unos 700 megavatios (mw) con la creación de diferentes parques, sobre todo en la costa norte oriental, identificada como la zona del país con mejores condiciones para este tipo de generación.
En tanto, la solar fotovoltaica -a su juicio la más viable en la isla por sus condiciones- tiene como meta alcanzar los dos mil mw para el año referido, muy superior a los 700 previstos en un principio.
Todas estas matrices de generación, además de grandes beneficios en términos medioambientales- ofrecen seguridad energética al país, sujeto a un bloqueo económico, comercial y financiero por parte de Estados Unidos a lo largo de más de seis décadas.
“Una transición paulatina a un escenario de generación limpia nos da seguridad porque ni el sol ni el viento se pueden bloquear”, sentenció el alto funcionario de este ramo.
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*Este trabajo contó con la colaboración de PLTV, el departamento de Fotografía, el editor Roberto Molina, Alberto Corona, jefe de Redacción de Economía, y la webmaster Wendy Ugarte.