Los comicios de medio término del venidero 8 de noviembre no serán la excepción: cálculos preliminares realizados por la organización OpenSecrets indican que el costo de esas elecciones a nivel federal superará los nueve mil 300 millones de dólares, cifra récord en este tipo de proceso.
Para poner en mayor perspectiva el pronóstico, se trata de un número que sobrepasa el Producto Interno Bruto de más de 50 naciones del mundo, además de que excede con creces los siete mil 100 millones invertidos en los comicios de mitad de periodo celebrados en 2018.
Estamos viendo mucho más dinero, más candidatos y más división política. El gasto está aumentando en todos los ámbitos en este ciclo, alimentando un vórtice de polarización que no muestra signos de desacelerase, manifestó a finales de septiembre último la directora ejecutiva de OpenSecrets, Sheila Krumholz.
Sara Bryner, directora de Investigación y Estrategia de esa entidad, confirmó a Prensa Latina que el nivel de gasto a escala federal será un récord, incluso si se tiene en cuenta la inflación.
Los últimos dos ciclos electorales anteriores a este también batieron marcas, probablemente atribuibles al entusiasmo impulsado por los donantes tanto a favor como en contra del expresidente Donald Trump (2017-2021), manifestó Bryner.
Ella sostuvo que, si bien el otrora mandatario republicano no está en la boleta este año, el público y los donantes parecen seguir motivados.
A la influencia que mantiene Trump en la vida política norteamericana también se refirió Craig Holman, de la agrupación PublicCitizen, quien es un experto en reforma de financiamientos de campaña, ética gubernamental y el impacto del dinero en la política.
Estados Unidos está en medio de una batalla por la esencia misma de su democracia, y no está del todo claro cómo va a terminar esto, sostuvo el especialista, y añadió que el Partido Republicano se dedica a ganar el poder a cualquier precio.
Grupos externos gastan millones por control del Senado estadounidense
Según Holman, las figuras alineadas a Trump dominan la ola de todos los candidatos republicanos en estos comicios. “Por eso hay tanto en juego en 2022 y por eso se gasta tanto dinero en las elecciones”.
El miembro de PublicCitizen llamó la atención sobre varios datos, entre ellos que el costo electoral de 2022 representa un aumento del 500 por ciento en comparación con similares comicios en 1998.
Holman alertó, en particular, sobre el hecho de que menos de un 0,5 por ciento de todos los estadounidenses hacen contribuciones por encima de 200 dólares, lo que significa que esa muy reducida cantidad de personas representan el 71 por ciento de todo el dinero de la campaña.
Desde su punto de vista, además de esa realidad, la democracia estadounidense sufre otro problema especial: el gasto de grupos externos como los súper PACs(súper comités de acción política) y las organizaciones electoralistas sin fines de lucro.
CIUDADANOS UNIDOS: PUERTAS ABIERTAS AL GASTO ILIMITADO
Las campañas políticas en Estados Unidos tradicionalmente eran financiadas a través de donaciones directas a los candidatos. En 2010, el fallo de la Corte Suprema conocido como Ciudadanos Unidos contra la Comisión Federal de Elecciones declaró inconstitucional las restricciones impuestas hasta el momento a los gastos independientes por parte de corporaciones y sindicatos.
La controvertida decisión abrió las puertas a incrementos masivos de los fondos por parte de grupos externos y, de ese modo, expandió dramáticamente la influencia política ya descomunal de los donantes adinerados, corporaciones y grupos de intereses especiales, según considera el Centro Brennan para la Justicia, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.
Para esa institución, los resultados más significativos de Ciudadanos Unidos fueron la creación de los súper PACs, los cuales empoderan a los contribuyentes más acaudalados, y la expansión del dinero oscuro a través de organizaciones sin fines de lucro en la sombra que no revelan a sus donantes.
Holman explicó a Prensa Latina que, en 2010, la Corte Suprema dictaminó que los grupos externos son independientes de los candidatos y, por lo tanto, lo aportado por ellos a las campañas no corrompe. Como resultado, cualquier persona, incluidas las corporaciones, puede donarles cantidades ilimitadas de dólares.
A decir del experto de PublicCitizen, el tribunal también razonó en ese momento, falsamente, que como el país posee un sistema muy bueno de divulgación en línea, los electores sabrían quiénes estaban pagando para comprar sus votos.
Sin embargo, apuntó que las organizaciones sin fines de lucro dedicadas a la campaña no revelan las fuentes de sus fondos, por lo que la máxima instancia judicial se equivocó en ese último punto.
Además, mencionó que esas agrupaciones no son en absoluto independientes, como asumió la corte en su decisión.
Un estudio de PublicCitizen encontró que la mitad de todos los súper PACs hacen sus gastos en apoyo de una sola persona, y son creados por exempleados, amigos o familiares de un candidato, “lo cual les brinda a los ricos y las corporaciones una vía directa para corromper a los legisladores”.
GASTO DE GRUPOS EXTERNOS, OTRO RÉCORD EN 2022
En los 10 años posteriores al fallo de Ciudadanos Unidos, los grupos externos recaudaron cuatro mil 500 millones de dólares en función de comicios, seis veces más que lo registrado en las dos décadas previas, según un análisis de OpenSecrets.
La publicación The Hill difundió el 26 de octubre que, hasta esa fecha, tales estructuras ya habían puesto más de mil 400 millones de dólares en función de las elecciones de medio término de este año, en comparación con 912 millones conseguidos en ese punto de 2018.
El medio subrayó que, aunque se supone que esas agrupaciones son independientes, los dirigentes del Congreso controlan extraoficialmente a las más grandes, como sucede con el Fondo de Liderazgo del Senado, un súper PAC afiliado al líder de la minoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell.
Holman indicó que, si bien los súper PACs son comités políticos registrados y, por lo tanto, deben revelar las fuentes de sus recursos monetarios, hoy en día las organizaciones sin fines de lucro están lavando su dinero oscuro en ellos.
Peor aún, son el patio de recreo para las personas muy ricas. Solo 100 donantes proporcionaron el 68 por ciento de todo el dinero a esas estructuras en este ciclo electoral, añadió.
De acuerdo con el especialista, los legisladores que resulten elegidos el 8 de noviembre (cuando se deciden los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado) sabrán exactamente quiénes son los pocos intereses especiales que financiaron sus campañas y estarán en deuda con ellos.
Varios analistas sostienen que las escandalosas sumas puestas en función de estos procesos son también un reflejo de la creciente división partidista existente en Estados Unidos.
Tanto demócratas como republicanos (estos últimos con mayor éxito) están recaudando millones de dólares de las agrupaciones de dinero oscuro, cuando están en juego el control de las dos cámaras del Congreso y numerosos cargos a nivel estatal.
En la recta final hacia los comicios de medio término, los grupos que buscan influir en el desenlace siguen obteniendo contribuciones a un ritmo vertiginoso.
Mientras la polarización política sigue en aumento, medios de prensa estiman que el gasto continuará incrementándose ahora, en las elecciones presidenciales de 2024 y más allá.
arb/mar
